A modo de introducción, comentar que las reuniones secretas de mujeres casi siempre están relacionadas con el misterio del nacimiento y los cultos a la fertilidad. Y son varias las cofradías secretas femeninas que han llegado hasta nuestros días y cuyos ritos comportan un simbolismo entorno a la fecundidad.
En las reuniones femeninas que se dan entre los
mordovianos se excluye expresamente a los hombres, a las jóvenes no casadas y a los niños, cuya presencia está estrictamente prohibida. La insignia de la cofradía es un caballo de palo y las mujeres que lo acompañan son denominadas “caballos”. De sus cuellos pende una bolsa llena de mijo y adornada con bandas: la bolsa representa el vientre del caballo. También se añaden unos saquitos pequeños que representan los testículos.
Cada año tiene lugar el banquete ritual de la sociedad, que se celebra en casa de una anciana. Al entrar, las jóvenes casadas son golpeadas tres veces con látigos por las mujeres mayores, que les gritan: “¡Poned un huevo!”, y entonces las jóvenes casadas ponen un huevo hervido que sale de entre sus pechos. El banquete, al que cada miembro de la cofradía debe contribuir con viandas, bebidas y dinero, se convierte rápidamente en una orgía. A la caída de la noche, la mitad de la cofradía visita a la otra mitad (ya que cada poblado está dividido en dos partes). Se trata de un cortejo carnavalesco: las ancianas borrachas cabalgan caballos de palo y cantan canciones eróticas. Cuando ambas partes de la cofradía se reúnen, el alboroto es indescriptible. Los hombres no se aventuran a aparecer por las calles. Si lo hacen son atacados por las mujeres, desnudados y brutalizados, y deben pagar una multa para recuperar la libertad.
Fuente: Mircea Eliade “Mitos, Sueños y Misterios
Las sociedades secretas femeninas son las más difíciles de conocer, debido a su carácter impenetrable। Las hay satánicas y mágicas. Y muchos dicen que en la actualidad se ha puesto en marcha una organización que persigue la suma del poder femenino en todo el mundo.
Durante la madrugada del 27 de agosto de 1939, en una pequeña localidad holandesa a unos 40 kilómetros de Amsterdam, la señora O. M. -sin que mediaran razones para hacerlo- asesinó a su cónyuge y a un sobrino adolescente, mutilándolos mientras estaban con vida de una manera feroz, lo que le valió su internación en un sanatorio mental. La señora O. M. fue denunciada en esa oportunidad por su hija Lotte, que recorrió casi dos kilómetros, herida de gravedad en el abdomen por la desquiciada mujer, tras haber intentando impedir los sacrificios.La señora O. M. era miembro activa de "Hijas de Freya", una organización femenina secreta con sedes en Holanda, las ciudades bálticas y el oeste de Alemania. Freya es una diosa nórdica a la que se suele identificar con la primavera. No es la única, ni siquiera la más importante de las sectas estrictamente para mujeres de las cuales se oye hablar, aunque muchas son inofensivas y otras
no.En la época signada por la Segunda Guerra Mundial, al amparo del esoterismo nazi -una forma degradada de las antiguas sabidurías-, florecieron las siniestras "Damas de Revensbruck", que ejercieron poderes omnimodos en muchos campos de concentración. Se calcula que entre los años 1938 y 1944 quitaron la vida a no menos de 35 mil prisioneras, en su mayor parte gitanas y judías. Las Damas de Revensbruck, conocidas entonces también como "las hienas", tenían un complicado ritual que oscilaba entre las fórmulas de brujería y el lesbianismo y su objetivo era convocar fuerzas mágicas para lograr el triunfo del III Reich.Hacia 1974, el San Bernardino, California, la joven Lind Gray tuvo que ser internada en una clínica para enfermos mentales por sus padres. A la muchacha, de 18 años, se la acusó de asalto y heridas a tres de sus pretendientes. En realidad, lo que Linda intentó hacer fue castrar a sus novios en el asiento trasero de sus automóviles usando sus dientes. Linda era aspirante -según se descubrió durante el juicio al que fue sometida- de la secta Hijas de Demeter, una de las muchas agrupaciones que derivaron en el satanismo y la homosexualidad en los Estados Unidos a partir de los años '60. Los ejemplos son apenas la punta de un iceberg que pocos navegantes del ocultismo moderno han podido avizorar: las sociedades secretas femeninas.En busca de una identidadNi estas organizaciones ni sus ritos son nuevos. Tácito, historiador latino, revela que en la Roma de Nerón, entre el 12 y 19 de abril se celebraban las aireenas en homenaje de Ceres y Baco, encarnaciones de los poderes de la vida, dioses de los cereales y del vino, mujer la primera y -probablemente- andrógino el segundo. Se dice que durante estos festejos se celebraban verdaderas orgías en las cuales las mujeres, vestidas con cueros de cabra, corrían, bailaban, bebían desaforadamente e intentaban copular con caballos. Mesalina, disoluta y desvergonzada, presidía esta ceremonia. Pero las aireenas no fueron fiestas exclusivamente femeninas. Y no porque no hubiera grupos secretos femeninos.Las matronales ferias eran festejos de mujeres y en ellas participaban madres e hijas. Su objetivo era conseguir las bendiciones de Juno, diosa del amor conyugal, para las muchachas solteras.En la ciudad griega de Mantinea, hace 25 siglos, era famoso el barrio de Melangea, donde se celebraban ritos secretos en honor de Dionisio y a los cuales no podían entrar varones. En este lugar se comenzaron a festejar las que posteriormente serían conocidas como "bacanales" (Baco es la versión latina de Dionisio, encarnación de los poderes vitales de la naturaleza).Las culturas patriarcales, necesariamente machistas, la hembra significa lo pasivo de la naturaleza, aquello que debe ser poseído y fecundado. La mujer, así, se transforma en un ser humano inferior, al que se somete y manda. El pater familiaes romano, recordemos, tenía derecho de vida y muerte sobre su mujer y la concubina -una especie de segunda esposa sin derechos a la herencia- era una figura aceptada por la sociedad que, con la evolución del Derecho Romano del que se origina nuestra juridicidad, dio lugar a descendencia legítima. Es lógico pensar que en un mundo que la excluía de todo cuanto era socialmente importante la mujer buscara encontrar las raíces de su identidad. En este sentido, todas las sectas y grupos secretos femeninos son un esfuerzo por centrar la existencia de la mujer como ser independiente y superior al hombre que la oprime. El esoterismo sirve de vehículo perfecto para estos objetivos, por cuanto siempre ha proclamado la paridad de los sexos e, incluso, muchas de sus variantes tienen a la hembra como depositaria final de la sabiduría oculta del Universo.El significado del sexoJoanna Eruss, feminista norteamericana famosa algunos años atrás por sus libros sobre el tema, hace decir a uno de sus personajes de "El Varón Hembra" que necesita hacer el amor sobre el varón "para sentir que ella lo rodea y dirige todos los actos de la sexualidad, dominándolo hasta derrotarlo antes de expulsarlo de sí, convertido en un ínfimo pedazo de carne sin gloria y sin poder alguno sobre ella ni sobre nada".El sexo femenino se suele simbolizar con el número 2, un trazo horizontal. El sexo masculino con el número 1, un trazo vertical. La cruz es la resultante de ambos trazos, y su más antiguo significado se refiere a los 4 elementos que constituyen la naturaleza, que adquieren existencia, precisamente, por la unión de los principios masculinos y femenino. Las organizaciones femeninas procuran valorizar las características sexuales de su género sobre las del hombre.Todos hemos oído hablar de las prostitutas sagradas de la antigüedad. Estas existieron prácticamente en todas las sociedades: Babilonia, Grecia, Persia, Roma, y eran jóvenes que debían entregar sus doncellez y un determinado período de sus vidas ejercitando la prostitución en ciertos templos especiales consagrados a diosas hembras. Con ello aseguraban, creían, la prosperidad de sus ciudades y la abundancia de las cosechas. Cumplido el lapso, las mujeres volvían a sus casas y normalmente se casaban sin que su imagen sufriera menoscabo alguno por el comercio al que se habían dedicado.Pocos saben que esa forma de prostitución (aunque ya no sagrada) todavía existe. Entre fines de los '50 y mediados de los años '60, los servicios secretos norteamericanos, franceses y británicos descubrieron una organización de call-girls, prostitutas que se valen del teléfono para concertar sus encuentros sexuales, con más de medio millón de afiliados en esos tres países. En apariencia ello no significa más que el uso de la tecnología moderna para ejercer el "oficio más viejo del mundo". Pero la realidad pronto confundió a los investigadores: estaban en presencia de una red femenina, una verdadera sociedad que había acumulado una cantidad de información secreta, militar, económica y política, que hacía palidecer al FBI o al Deuxiéme Bureau.En los Estados Unidos se inició un juicio en contra de las mujeres que en apariencia dirigían la organización. Fueron cuarenta y siete. No se obtuvo nada en limpio. Sucesivas investigaciones sólo pudieron descubrir mujeres aisladas que se valían del teléfono para ejercer su comercio. Un solo archivo de direcciones, en clave, pudo ser llevado por los fiscales hasta el estrado judicial. No sirvió de nada, ya que una de las mujeres -de la más alta sociedad de Nueva York- se limitó a afirmar que se trataba de una agenda privada: fue condenada a 3 años por incitar a la prostitución, de los cuales no cumplió un sólo en la cárcel. En la actualidad vive en California, casada con un muy prospero ingeniero electrónico.En Gran Bretaña se dice que, como una de las consecuencias de lo descubierto, pudo desbaratarse la infiltración de soviéticos en los servicios secretos de Su Majestad, escándalos que conmovieron hasta sus cimientos al servicio exterior inglés y de los cuales dan buena cuenta las novelas de Le Carré o de Deighton.Pero no todas las organizaciones de mujeres tiene que ver, por lo menos de manera explícita, con el sexo. La mayor parte de ellas se vincula con formas de magia natural, ecológica y otras actividades por el estilo. Muchas tratan de revivir viejos cultos, ceremonias y ritos perdidos en la noche de los tiempos.El secreto dentro del secretoMuchas investigaciones se preguntan cuántos grupos femeninos secretos existen en la actualidad. Para comenzar a dar respuesta al interrogante conviene distinguir los objetivos de estas asociaciones, Las hay de carácter social, económico, político y esotérico. Las tres primeras deben, necesariamente, inscribirse en la tendencia moderna de valorizar la presencia femenina en la sociedad.El hecho de que las mujeres de negocios hayan comenzado a cercar un coto de acción hasta ahora prácticamente reservado a los hombres, no es casual. Sin duda el trabajo oculto de las mujeres que comenzaron a agruparse cuando las grandes luchas del siglo pasado por el voto femenino, y que siguieron a continuación hasta nuestros días, ha tenido y tiene mucho que ver, así como el acceso femenino a altos puestos políticos.En el campo del ocultismo, estos grupos tienen características muy especiales y a la postre influyen con mucha fuerza gravitando poderosamente en todos los estamentos sociales. El poder femenino no debe menos preciarse, basta tener presente la determinación de las mujeres romanas, que se negaron a tener relaciones sexuales con sus hombres hasta tanto no pusieran fin a una de sus guerras civiles. La guerra, como podemos adivinar, terminó casi de inmediato.Esotéricamente, la mujer representa lo fijo, inmóvil y perdurable de la naturaleza y el mundo. El varón representa lo mutable, lo que cambia y hace cambiar, lo que busca. También lo que puede fracasar. El ocultismo en manos de la mujer, entonces, se orienta al retorno de los grandes cultos naturales. Busca religar al hombre con el cosmos. Los primeros dioses concebidos por la mente humana fueron en rigor diosas: La hembra es la que pare, la que da vida, la que asegura la continuación de la especie. Una mujer embarazada es insustituible para el grupo humano, pero no tiene ninguna importancia, desde este punto de vista, quién haya sido el varón cuando los propósitos u objetivos de la sociedad secreta femenina son perversos, el peligro es realmente alto, el ejemplo de las Hienas de Revensbruck es notable.Estas mujeres intentaban suprimir de la faz de la tierra a otras mujeres, sentían que esa era la mejor manera de entronizar su concepto de la raza superior: lisa y llanamente suprimían los vientres que pudieran dar a luz seres inferiores. Y lo hacían de forma particularmente crueles. Una de ellas consistía en el comercio lésbico con las prisioneras. Atada a la cama, la víctima era poseída por su verduga que, al final de la ceremonia, procedía insertarse en la vagina una suerte de pene hecho de goma. La particularidad del instrumento era que si bien un extremo imitaba al órgano sexual masculino, el otro extremo lo constituía un filo aguzado de unos 28 centímetros de largo. La "dama" copulaba con este instrumento, castigando a la víctima, cuyas entrañas destrozaba durante el curso de la feroz cópula. Incidentalmente, cabe señalar que laCiudad de Revensbruck fue en el pasado un lugar peculiarmente preferido por las brujas y hechiceras.Religión y ceremoniasLa Wicca es una forma de magia y religión antigua que renació a mediados de este siglo, especialmente en Inglaterra. En su tradición más hermética, los secretos de la Wicca son transmitidos por mujeres a otras de su misma sangre (usualmente abuelas a sus nietas o tías a sobrinas). Suele confundirse la Wicca con los cultos al demonio, ya que el gran benefactor de ésta es el dios astado, un hombre desnudo y poderoso que luce cornamenta como un reno, simbolizando de este modo el poder del renacimiento de la naturaleza cada primavera.Sin mucho asidero, la Wicca sostiene que en su avance hacia el norte de Europa la iglesia cristiana transformó al dios astado en el diablo, debido a que desde mucho antes y en Oriente ya se presentaba al ángel caído con forma de macho cabrío y cuernos. De cualquier modo, la Wicca no adora al demonio sino que es más bien una religión naturalista que en lo básico pregoniza formas grupales de meditación para hacer el bien. En su formalidad más perfecta, la iniciación de un adepto concluye con el acto sexual entre la sacerdotisa y el discípulo. En la actualidad este acto -se dice- es meramente simbólico.Los grupos secretos femeninos han resultado mucho más herméticos e impermeables que los masculinos y mixtos. La fama de poco discretas de las mujeres tiene su más rotundo desmentido al apreciar la forma en que guardan sus misterios y ritos.Mujeres sudamericanas que aspiran al poderEn América del Sur se descubrió un grupo mágico. Mujeres de negocios, periodistas y doctoras en medicina serían su núcleo central; el objetivo que persiguen permanece en el más estricto de los secretos, y sus integrantes se conocen sólo por nombres de fantasía. A trascendido, empero, que aspiran a conseguir para las mujeres una cuota mayor de poder social y político y para estos efectos mantienen estrechos contactoscon personalidades de ambos sexos en la televisión y la política. ¿Fantasía o realidad? Es importante decirlo. Quizás estemos en las puertas de una era nueva, que no es exactamente la de Acuario, pero está conectada con esta, en la cual las mujeres llevarán la voz cantante y tendrán en sus manos las riendas del poder.
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