Los grandes trucos de harry houdini
HARRY HOUDINI: (1874-1926): (Ehrich Weiss; Budapest, 1874-Detroit, 1926) Mago estadounidense de origen húngaro. Hijo de un rabino húngaro emigrado a Estados Unidos, desde niño participó, por lo general como trapecista, en espectáculos circenses ambulantes.
El hielo flotaba en el río Detroit mientras Harry Houdini, el mejor escapista del mundo, se disponía a efectuar el “Clavado de la muerte” llevando puestas esposas, grilletes y cadenas atadas al cuerpo.
Poco después del mediodía del 27 de noviembre de 1906. saltó desde un puente situado cerca del centro de la ciudad y desapareció por un boquete abierto previamente en el hielo, de unos 7.5 m de profundidad. Como los minutos pasaron rápidamente y él no reapareció, los espectadores —entre ellos reporteros, fotógrafos y policías— temieron lo peor.
Houdini nunca había tenido dificultad para zafarse de sus trabas. Sabía cómo librarse fácilmente de las cadenas, y en la boca llevaba llaves para abrir las esposas y los grilletes. Pero según confesó más tarde, esa vez una corriente lo arrastró río abajo hasta quedar cercado por un techo de hielo en apariencia interminable.
Entonces vio unas burbujas de aire atrapadas entre el hielo y el agua; ladeando la cabeza logró inhalar-las y permanecer consciente, y luego nadó en círculos cada vez más amplios hasta que encontró el boquete y fue sacado del agua, ocho minutos después de haberse arrojado al río.
A partir de esa ocasión los escapes bajo el agua figuraron entre los actos más asombrosos de Houdini. Inmovilizado con esposas y grilletes y colocado en cajas de madera fuertemente selladas, se las ingenió para escapar de ríos como el Hudson de Nueva York y el Mersey de Liverpool, en Inglaterra.
El hielo flotaba en el río Detroit mientras Harry Houdini, el mejor escapista del mundo, se disponía a efectuar el “Clavado de la muerte” llevando puestas esposas, grilletes y cadenas atadas al cuerpo.
Poco después del mediodía del 27 de noviembre de 1906. saltó desde un puente situado cerca del centro de la ciudad y desapareció por un boquete abierto previamente en el hielo, de unos 7.5 m de profundidad. Como los minutos pasaron rápidamente y él no reapareció, los espectadores —entre ellos reporteros, fotógrafos y policías— temieron lo peor.
Houdini nunca había tenido dificultad para zafarse de sus trabas. Sabía cómo librarse fácilmente de las cadenas, y en la boca llevaba llaves para abrir las esposas y los grilletes. Pero según confesó más tarde, esa vez una corriente lo arrastró río abajo hasta quedar cercado por un techo de hielo en apariencia interminable.
Entonces vio unas burbujas de aire atrapadas entre el hielo y el agua; ladeando la cabeza logró inhalar-las y permanecer consciente, y luego nadó en círculos cada vez más amplios hasta que encontró el boquete y fue sacado del agua, ocho minutos después de haberse arrojado al río.
A partir de esa ocasión los escapes bajo el agua figuraron entre los actos más asombrosos de Houdini. Inmovilizado con esposas y grilletes y colocado en cajas de madera fuertemente selladas, se las ingenió para escapar de ríos como el Hudson de Nueva York y el Mersey de Liverpool, en Inglaterra.
Ehrich Weiss —alias Houdini, hijo de un rabino de Budapest— nació en 1874 y tomó su nombre artístico del mago francés Robert-Houdin. Su familia se trasladó a Estados Unidos cuando él era niño. A los seis años de edad hacia trucos de prestidigitación y de naipes, y a los 11 era ya experto en abrir cerraduras y desatar cuerdas. Pasó su juventud viajando en circos por Estados Unidos, y perfeccionando algunos de los actos que lo harían famoso.
Houdini ejecutó por primera vez su escape del bidón de leche. en San Luis, Missouri, en 1908. Se anunció como un “misterioso desafío a la muerte”, y que Houdini correría el riesgo de ahogarse. El truco residía en un revestimiento sin fondo oculto en el bidón. Houdini simplemente lo empujaba hacia arriba.
Pronto se cansó de los trucos con esposas que se abrían accionando un resorte secreto, así que para su primera evasión de un río utilizó esposas de policía —que son más difíciles de abrir—, en Dresde, Alemania, en 1901.
Cinco años después era ya el amo del espectáculo en Europa y América. Aceptó desafíos de banqueros, policías y cerrajeros, y a todos los derrotó con excepcional habilidad ocultando sus trucos con toda clase de gabinetes encortinados y biombos.
Uno de sus números más asombrosos fue escapar de la caja fuerte de un banco, la cual fue revisada por un grupo de funcionarios para cerciorarse de que en el interior no hubiera ninguna llave escondida. Houdini, que vestía traje de baño, fue examinado por un médico en el escenario, y éste ratificó que no llevaba oculta ninguna llave. El mago entonces estrechó la mano del médico y la del juez, que en realidad era asistente suyo le puso una llave en la mano. El público entonces cómo Houdini entró a la caja fuerte y se corrieron unas cortinas delante de ella.
Mientras los minutos transcurrían la orquesta del teatro tocaba... pero no había aún indicios del escapista. El público comenzó a pedirle al director que dejara salir al “moribundo”, a pesar de que Houdini no había dado la señal de socorro convenida: una serie de toquidos. Entonces, cuando ya algunas mujeres comenzaban a gritar, las cortinas se abrieron y Houdini apareció a un lado de la caja cerrada.
En realidad él salió de la caja a los pocos minutos de haber entrado en ella, y pasó el resto del tiempo sentado en una silla leyendo un libro. El secreto fue que a Houdini le entregaron la caja unas horas antes de subir el telón, así que sus asistentes tuvieron tiempo para cambiar la cerradura por una que pudiese abrirse por dentro con la llave oculta. Antes de devolver la caja a sus dueños volvieron a instalar la cerradura original.
Una atmósfera de suspenso similar rodeó su escape de un bidón de leche lleno de agua. Houdini pidió a unos voluntarios que sujetaran la tapa del bidón con cuatro candados: al estar agachado dentro, no sólo parecía imposible que los alcanzara sino incluso que los viera. Pero poco después de que corrieron las cortinas del escenario y la orquesta empezó a tocar, Houdini reapareció ante el asombrado público, chorreando agua.
El truco era que el bidón tenía un revestimiento sin fondo que embonaba con precisión en su interior, y debajo de él se agachaba Houdini. La tapa y los candados sólo estaban fijos a la parte superior del revestimiento, al igual que los remaches de la tapa. Houdini le daba vueltas a éste hasta soltar el pestillo que lo sujetaba y entonces lo empujaba hacia arriba para quedar libre.
En julio de 1894, pidió prestado 2 dólares a su prometida para pagar su licencia de matrimonio y la Srita. Rahner se convirtió en Bessie Houdini.
La fama de Houdini se debió en gran medida a otros dos trucos asombrosos: “El muro de ladrillo” y “El escape de la celda de tortura china”.
El muro era edificado sobre un armazón de acero de unos 3.5 m. de largo por 3 m de altura y luego llevado sobre ruedas hasta un escenario alfombrado; allí era colocado perpendicular a las butacas para que el público sólo pudiera ver uno de sus extremos. Dos biombos de 1.8 m de altura se colocaban entonces a cada lado del muro, y después de que un grupo de voluntarios revisaba el escenario, Houdini se paraba detrás de uno de los biombos, agitaba las manos por encima y gritaba: “AhÍ voy!” Momentos después aparecía detrás del otro biombo y exclamaba: “Llegué!”
El truco era que había una puerta falsa abatible justo debajo del muro. Cuando Houdini la abrió, la alfombra se hundió debajo de él y pudo deslizarse hasta el otro lado.
En octubre de 1926, durante una gira por Norteamérica, la confianza de Houdini en su fuerza muscular lo llevó a la tumba. Un día que se encontraba en su camerino permitió a un robusto estudiante de Montreal que le pegara varias veces en el vientre, pero como recibió los golpes antes de estar listo, cayó como fulminado.
Pereció dos días más tarde con el apéndice gangrenado y peritonitis (inflamación de la membrana que recubre el interior del vientre) en la siguiente escala de su gira: la ciudad de Detroit, donde 20 años antes había efectuado su sensacional escape del río.
EVASIÓN DE LA CELDA DE TORTURA CHINA: Houdini estrenó este acto en Alemania en 1912. Usaba un baúl de madera con molduras de metal y un vidrio al frente. lleno de agua. Con los pies en un cepo. Houdini era llevado en alto y luego metido de cabeza en el baúl: el cepo estaba asegurado con candado a la parte superior de éste. Contorsionándose, el mago lograba accionar un resorte oculto que separaba la parte posterior del cepo y le permitía liberar los pies y tener suficiente espacio para soltarse. Escapaba en menos de cuatro minutos, pero para mantener la expectación. demoraba su aparición ocultándose detrás de las cortinas.
Para efectuar su acto Houdini navegó en bote hasta el centro del río y luego fue atado y colocado dentro de una caja: ésta entonces fue clavada y bajada al agua. Mediante unos-resortes ocultos Houdini consiguió desatarse, y después cortó los clavos que fijaban la tapa con unas pinzas ocultas. En segundos logró quitar ésta y salir a la superficie.
MUERTE DE HOUDINI: La mañana del viernes un artista joven, acompañado de dos amigos saludó a Houdini. Uno de los amigos, una estrella del boxeo en la Universidad, preguntó si tendría el privilegio de golpear a Houdini en el abdomen. El estudiante quería convencerse de la fortaleza que Houdini proclamaba tener en su condición física. Houdini, quien se encontraba sentado, aceptó el reto. No había terminado de levantarse aún, cuando el joven golpeó su abdomen con todas sus fuerzas. Después del inesperado golpe, la cara de Houdini se puso blanca mientras hacía esfuerzos para respirar. Algunos minutos después, Houdini pidió al joven que lo golpeara nuevamente. Esta vez él estaba preparado para recibir el golpe. El estudiante lo golpeó una vez más y se encontró con un abdomen duro como un roble. Houdini había comprobado su fortaleza y el joven boxeador quedó ampliamente impresionado. Houdini no se dio cuenta, pero en la demostración de su fortaleza al joven estudiante, había sufrido la ruptura del apéndice, que se convirtió en el umbral de su reto final.
Según una biografía reciente, la fama de Houdini se debió en gran parte a que este fue un espía del gobierno estadounidense y también un contra espía que a cambio de su información quería que el gobierno le hiciera la publicidad como el mejor mago de todos los tiempos.
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