BELA LUGOSI
.El primer caso de drogadicción en la artisteada lo registra un actor de Hollywood, el famoso Bela Lugosi, el creador de la imagen elegante del vampiro Drácula. Bela Lugosi, un actor húngaro, el primer artista que llega a un hospital y acepta ser un adicto a la morfina. El cine le dio cuerda a su locura por la drogadicción cuando interpretó a Drácula, con un estilo muy peculiar: porte aristócrata, esmoquin y una mirada enigmática. Bela Lugosi perdió su identidad y llegó a sentirse Drácula, una extraña criatura de la noche que escapó con su protagonista por el camino de las drogas. Bela Lugosi y la dependencia total a la morfina, recorriendo las calles de Hollywood y vestido de vampiro, del brazo de una amiguita, otra artista chiflada y amante de los enervantes conocida como Vampirella... Lugosi se creyó tanto el papel de vampiro que dormía todas las noches en un ataúd... ¡Juraba que era un vampiro! Nació en un pequeño pueblo húngaro, Lugos, cerca de la tierra de los vampiros, Transilvana en 1882. Cuenta la leyenda que Bela Lugosi dejó su hogar paterno a los 12 años de edad y se empleó en una mina donde recibió la visita de unos vampiros que le dijeron: “Tú eres la reencarnación del Conde Drácula”. Bela Lugosi estudió actuación en Budapest. Debutó en los escenarios en 1900, utilizando el nombre de su pueblo Lugos y, así creó el apellido artísticos de Lugosi. Su verdadero nombre: Bela Ferenc Dezso Blasco. En los escenarios europeos interpretó a el Hombre Lobo y Drácula: De ahí que los Estudios Universal lo llamaran para interpretar al vampiro Drácula en 1930. El éxito le llegó en una edad madura. No faltaron mujeres que le sacaron la lana pero, por su acento húngaro, de tono pesado, no pudo salirse de la onda vampírica. En el año de 1950 enfrentó su más cruel realidad: la industria de Hollywood lo olvidó y se había convertido en un hombre viejo, excéntrico y con problemas en una pierna ocasionados desde sus tiempos en que prestó servicio militar. Sus cuentas bancarias en ceros y Bela era drogadicto. Sus cinco ex mujeres lo demandaron y le sacaron lo poco que le quedaba. Un día, Bela Lugosi llegó al Hospital Metropolitano en Norwalk, California y declaró ser adicto a la morfina, la maldita droga que lo ayudaba a sentirse vampiro. Lugosi vivió horrores en los tratamiento, encerrado durante 90 días en el hospital. Al salir, como Alejandra Guzmán, reincidió en lo mismo. Sus fans le escribían al hospital... El 25 de agosto de 1955, veinte días después de la supuesta cura, Bela Lugosi cometió el error de volverse a casar con Hope Lininger, que le llevaba treinta años. Ella se casó enamorada del vampiro Drácula que vio en el cine pero, descubrió que la realidad no es lo mismo que la pantalla. Lugosi buscó empleo pero, por sus adicciones, no podía ni memorizar dos líneas. En un supermercado sufrió de un ataque al corazón el 16 de agosto de 1956, razón por las que lo recuerdo en estos días lluviosos... Irónicamente, días antes de su muerte, había firmado un contrato para participar en una película titulada La Corina Final y, en el momento en que le dio el infarto, entre sus manos llevaba ese guión... Bela Lugosi se vestía como el Drácula que hizo famoso en el cine, todos los días. La palidez de su rostro se la daban sus adicciones a la morfina y, no olvides que dormía en un ataúd. Hay otras versiones de su muerte como que alquiló una carroza fúnebre y la echó a andar con él adentro, en su ataúd. El vehículo sin chofer por las calles de Hollywood Boulevard, la avenida favorita de Bela Lugosi para caminar por las noches vestido de Drácula. Al morir no tenía ni un centavo en los bolsillos. Las drogas lo acabaron y lo dejaron en la pobreza. Cero herencias. Lo enterraron en el cementerio Holy Croos de Los Ángeles, donde su epitafio dice: “amado por Dios padre”
Fuente : canabis cafe
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