José Guadalupe Posada, (Aguascalientes, 2 de febrero de 1852 - Ciudad de México, 20 de enero de 1913), Grabador mexicano.Fue considerado por Diego Rivera como el prototipo del artista del pueblo y su defensor más aguerrido. También es considerado precursor del movimiento nacionalista mexicano de artes plásticas. Célebre por sus dibujos y grabados sobre la muerte. Apasionado de dibujar caricatura política. Desarrolló nuevas técnicas de impresión. Trabajó y fundó periódicos importantes. Consolidó la fiesta del día de los muertos, por sus interpretaciones de la vida cotidiana y actitudes del mexicano por medio de calaveras actuando como gente común.
Comenzó su carrera haciendo dibujos , copiando imágenes religiosas y como ayudante de un taller de cerámica. En 1866 trabajó como aprendiz de litografía y grabado en el Taller de Trinidad Pedroza. En esos tiempos realizó algunas ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jicote". Se trasladó en 1872 a la ciudad de León (Guanajuato) en donde realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros.
En 1887 se fue a vivir a la Ciudad de México; instaló su primer taller en la calle de Santa Teresa y después se cambió a la calle de Santa Inés número 5, hoy calle de Moneda. Muy pronto comenzó a trabajar como dibujante editorial en el taller de Antonio Vanegas Arroyo, para quien realizó miles de ilustraciones. Realizó ilustraciones y caricatura política en otras imprentas y algunos periódicos, como el "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El hijo del Ahuizote" editado por Ricardo Flores Magón, todos de oposición al gobierno del presidente Porfirio Díaz.
Desde el estallido de la Revolución de 1910 hasta su muerte en el año de 1913, el maestro Posada trabajó incansablemente en la prensa dirigida a los trabajadores, ésta constituye hoy una crónica de la sociedad y la política de su época.
La obra de Posada es muy grande y variada. Su calidad plástica es uno de los más grandes valores que en ella se aprecian, ésta es producto de su ingenio y de su gran oficio de dibujante y grabador. Son de admirar las composiciones llenas de movimiento, la intención de las líneas del grabado, la fuerza con que confiere el gesto a los personajes y escenas que reproduce. El trazo era según el mensaje que quería transmitir; puede ser difuminado, suave y armonioso, sobre todo en escenas cotidianas y anuncios, o duro y grueso usando líneas encontradas, que transmiten la tensión del asunto violento y de la denuncia.
Los personajes, apoyándose de los textos chuscos y venenosos de las noticias, se muestran entonces mezquinos, cobardes, dignos ó cómicos, según sea el caso. Es una experiencia adentrarse a las obras de Posada, ya que inevitablemente provocan la risa, la curiosidad, el horror y la indignación.
José Guadalupe Posada es considerado como artista "popular", porque provenía del pueblo, porque nutrió su obra del imaginario popular mexicano y porque hizo de él mismo su público. Utilizaba como modelos algunos grabados religiosos novohispanos, fotografías de Casasola y de Hugo Brehme. Tomó también símbolos populares como los animales ponzoñosos, culebras y serpientes, esqueletos, el fuego, el rayo, la sangre, entre otros.
Posada es un maestro del Arte Mexicano, a pesar de ser haber sido rechazado en su época por algunos artistas académicos. Y es que sus estampas, en las que el artista presentaba el verdadero rostro de la realidad mexicana (caótica, pasionaria, llena de muerte, aunque al mismo tiempo llena de vida), chocaban de frente con la corriente de pensamiento que vivía el país a fines del siglo XIX, en la que la ciencia y la razón, lo llevarían al progreso y a las buenas costumbres.
Las imágenes criticaban, con un atrevido humor negro, la desigualdad e injusticia social que existía en la sociedad porfiriana; cuestionaba su moralidad y su culto por la modernidad. Describió con originalidad, el espíritu del pueblo mexicano desde los asuntos políticos, la vida cotidiana, su terror por el fin de siglo y por el fin del mundo, además de los desastres naturales, las creencias religiosas y la magia.
Las obras van del chisme cómico a la noticia trágica, del suceso real a la narración fantástica. Ilustró corridos, historias de crímenes y pasiones, de aparecidos y milagros. Retrató y caricaturizó a todo tipo de personajes: revolucionarios, políticos, fusilados, borrachos, militares, bandoleros, catrines, damas elegantes, charros, toreros y obreros.
Además ilustró las famosas "calaveras" (versos con alusión a la muerte que se ilustraban con esqueletos vivos personificados) género que Posada desarrolló de manera extraordinaria (si bien al parecer esto no fue idea original suya, pues en México el caricaturista Manuel Manilla ya había hecho este tipo de caricatura). La muerte, decía Posada, era democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acabaría siendo calavera. Además de publicarse en los periódicos, éstas noticias e historias insólitas se editaban en las hojas volantes de la llamada "prensa de a centavo" que se vendía en las calles, y que eran bien recibidas por la gente, por su contenido y precio accesible.
Posada es una vena vital del arte mexicano del siglo XX, comenzando por el movimiento muralista, y por artistas como Diego Rivera y José Clemente Orozco, quienes admitieron en su tiempo ser admiradores y seguidores de éste gran artista popular. Sus obras las conservan, entre otras instituciones, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes, además de colecciones particulares.
Murió pobre y fue enterrado en una fosa de sexta clase en el Panteón de Dolores, en la ciudad de México. Como nadie reclamó sus restos los siguientes siete años, fueron exhumados para reenterrarlos en una fosa común.
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