martes, 11 de agosto de 2009

grandes directores alternativos

Seijun Suzuki




Seijun Suzuki, cuyo nombre de nacimiento es Seitaro Suzuki, nació en Mayo de 1924. De joven suspendió el examen de acceso al Centro de Estudios del Ministerio de Agricultura por sus bajas notas en ciencias y a raíz de eso asistió a un pequeño colegio en la prefectura de Akita hasta que fue llamado a filas para el servicio militar. Al enrolarse estallaría la guerra y Seijun Suzuki la vivió de primera mano en la Marina, sirviendo en diversos buques, uno de ellos hundido por un submarino. De regreso a Japón, en 1946, ingresó en el departamento cinematográfico de la Academia Kamakura y superó las pruebas de acceso para los estudios Shochiku, allí trabajaría de asistente de dirección para directores como Noboru Nakamura. Tras su periplo en la asistencia recalaría en la Nikkatsu en 1954.




Las principales producciones de la Nikkatsu durante los 60 se centraban en violentos Yakuza Eiga y cintas criminales y el comienzo de las que serían cintas predominantes durante los 70, el porno suave del Pinku Eiga o las excentricidades del Ero-Gro. Suzuki pronto demostró su adaptación a las férreas normas del estudio y produciría cintas de una manera masiva. En los 15 años que trabajó para la productora realizó en torno a 40 películas, comenzando por la que sería su primera cinta como director, “Harbour Toast: Victory Is in Our Grasp” (1956).
Su película de 1958 “Beauty of the Underworld” sería la primera en la que el director firmaría con su nombre artístico “Seijun Suzuki”. Ya 1963 comienza a demostrar su aburrimiento de la cadena de producción en masa de la Nikkatsu y empieza a reivindicarse a si mismo con la cinta “Youth of the Beast”. A partir de esta excéntrica y curiosa película Suzuki haría cada vez más hincapié en los elementos mas absurdos del género y el artificio de la ficción cinematográfica.
Esta nueva rebelión del director no fue recibida con buenos ojos por los ejecutivos del estudio. En 1966, después de varias llamadas de atención sobre sus últimos trabajos, Suzuki crea “Tokyo Difter” en aparente desafío a las normas establecidas. Esta película es el Yakuza reducido al absurdo, conservando tan solo la justa coherencia narrativa. Todo un despliegue de estética pop-art y descabellados efectos cinematográficos. Sin embargo, y contra todo pronóstico, la película impacta, emociona y entretiene.
Su cinta de 1976 “Branded to Kill” fue la gota que colmó el vaso. La película fue tan recargada, nihilista y extraña que levanto las iras del presidente del estudio Hori Kyusaku. Hoy en día, “Branded to Kill” y “Tokyo Drifter” son consideradas las grandes obras maestras del director. Tras su salida del estudio, Suzuki permaneció en la lista negra del cine, viéndose forzado a refugiarse en la televisión durante la siguiente década. Durante esos años, la industria del cine japonés comenzó a declinar y el antiguo sistema de rígidos estudio se derrumbó.
En 1977 Seijun Suzuki vuelve a la gran pantalla con “A Tale of Sorrow and Sadness”, pero no sería hasta 1980 cuando produce una de sus mas premiadas películas, “Zigeunerweisen”, la primera de su “Taisho Trilogy”, un inquietante y grotesca película sobre la identidad en la década de 1920, cuando Japón comenzó a adoptar la cultura occidental. Esta película ganó una mención especial en el Festival de Cine de Berlín de 1981, además del Japanese Film Award, el Blue Ribbon y el Kinema Jumpo, en definitiva casi todos los premios japoneses. Además sería elegida como el mejor film japonés de la década de los 80 por la crítica.
Después de completar “Kagero-za” (1981) y “Yumeji” (1985), los dos últimos capítulos del “Taisho Trilogy”, Suzuki abandona casi definitivamente su carrera cinematográfica, a pesar de que sigue realizando piezas para la televisión. Antes de esto incluso se atrevería con el mundo de la animación, dirigiendo algunos capítulos en la tercera parte de la saga de Lupin III, además de la película “Lupin III: The Golden Legend of Babylon”. En 1988, el Festival de Cine de Edimburgo, presentó la primera retrospectiva occidental sobre el director.
Ya en el nuevo milenio Seijun Suzuki sigue realizando esporádicas películas que lo mantienen en el candelero. “Pistol Opera” (2001), que ganaría el premio FIPRESCI en el festival australiano de Brisbane, y “Princess Racoon” (2005) son sus últimas producciones hasta la fecha.
La carrera cinematográfica de Seijun Suzuki se divide en dos partes muy diferenciadas. Desde mediados de los 50 hasta finales de los 60 fue director de películas de género “en serie” para los estudios Nikkatsu. En este ambiente aparentemente hostil para un director, Suzuki realizó algunas de las mas curiosas, nihilistas y brillantes películas de gangster, Yakuza Eiga, que nunca antes se habían llevado a la gran pantalla. Ya durante los años 80 Suzuki se reinventa a si mismo como un reconocido realizador de cine de autor que recibió numerosos premios y elogios de la crítica. En sus 2 facetas, sus 2 caras, Suzuki ha sido considerado de los personajes mas influyentes del cine de su época.


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